Hace 4 años | Por Esteban_Rosador a eldiario.es
Publicado hace 4 años por Esteban_Rosador a eldiario.es

Con esa interpretación de la inviolabilidad el rey se sitúa por encima de la Constitución, que se transformaría con ello en una suerte de 'Carta otorgada' del monarca a sus súbditos

Comentarios

D

Escoja la frase que cree que mejor representa esta situación:

1 - Transición modélica.
2 - Atado y bien atado.

Y así nos va.

garfius1

#2 PostFascismo semi-democràico

l

De aceptar la tesis del dictamen de los letrados, el rey emérito sería portador de una presunción de inocencia 'iuris et de iure', es decir, una presunción indestructible, porque no puede admitirse que se aporte prueba alguna que la destruya. Aunque las pruebas puedan existir y ser de conocimiento público,

O sea,pruebas haberlas haylas pero no se admiten... clap

Dene

#4 no se admiten...porque directamente, ni se inician procedimientos judiciales.
se mire por donde se mire, esto es una aberracion y hay que cambiarlo

Esteban_Rosador

Intentar resolver la contradicción, como hacen los letrados de las Cortes, haciendo prevalecer el principio monárquico sobre el principio de legitimidad democrática es un insulto al 'pueblo español en el que reside la soberanía nacional'. El rey está por encima de todos vosotros. Y a callar.

Dene

#5 y a callar... PUTOS SUBDITOS!

Esteban_Rosador

Lo que se deduce de los hechos:

Lo que querían es que fuera impune a todos los efectos, en total analogía con el dictador que lo nombró su sucesor. Lo que pasa es que no lo dijeron claro hasta que fue necesario hacer uso de ello. Hasta ese momento, nos dejaban creer que era solo en ejercicio de su cargo.

Salud

ingenierodepalillos

Y las guillotinas cogiendo polvo...

D

Lo que no entiendo es que en un parlamento, donde reside la soberanía del pueblo, el español en este caso, no se pueda hablar de todo. Aunque la comisión encontrara delitos y los remitiera a la fiscalía, ahí podrían parar el tema, pero al menos se sabría la verdad.

Bueno sí, sí lo entiendo: ahí está Carme Forcadell para explicarlo.