¿Puedo, en uso de mi libertad de expresión, odiar al ministro del Interior, compartir ese odio con los demás, incluso incitaros a que también vosotros lo odiéis? ¿Me sirve esa libertad para desacreditar o menospreciar a Fernández Díaz? ¿Puedo hacer un chiste humillante sobre el ministro? ¿Y puedo tuitearlo? Veamos si podemos usar nuestra libertad de expresión sin que el ministro nos acuse de todo aquello que acusa a Zapata y a otros: incitación al odio, descrédito, menosprecio, humillación, tal como están recogidos en el Código Penal.
Comentarios
Puede odiar a su perra, y se cabreara igual
¿Viajó la perra Lola de Fernández Díaz "en exclusiva" en un avión oficial de Interior?
¿Viajó la perra Lola de Fernández Díaz "en ex...
europapress.esSolo se puede odiar a la izquierda, en ese caso puedes. Por ejemplo puedes amenazar de muerte a pilar manjon y cagarte en la tumba de su hijo muerto, en este caso es posible que incluso te feliciten,pero puedes estar tranquilo, la fiscalía esta muy liada en juicios por chistes de humor negro de hace 5 años. tranqui
#4 El odio por motivos ideológicos es generalmente cosa de izquierdas. El sentimiento genuino de la derecha hacia la izquierda es el desprecio. No sentirse correspondidos en el odio provoca la necesidad de inventarse algo casi inexistente que justifique sus sentimientos.
El odio al ministro del interior es muchísima ETA, pero mucha. Así que mejor será odiar en la clandestinidad.
#8 Menuda paja mental. Todos podríamos odiar llegado el caso.
#8
Bueno, siendo Fernández Díaz, igual si haces acto de contrición cuela... salvo si eres concejal, entonces todo el peso de la ley debe caer sobre ti.
Mejor prueba a joder pobres y no tendrás problemas con la justicia
Yo creo que pensar en que se puede odiar al ministro ya es un delito muy grave.
El Fernandes Dias, es el hermano mayor del concejal tonto que el pepe quería que fuese alcalde de Barcelona. Un tontolbote como ese, solo podía ser ministro de interior, port que es que no sirve para nada. Cada dia va a misa un monton de veces, para dar las gracias de que siendo tan tonto lo hayan hecho ministro.
Imposible creer que se pueda odiar a quien pone medallas a la virgen
Odiar es malo. Es el sentimiento comunista por excelencia. Odiadores del mundo,uníos!
Odiar da cáncer, queridos comunistas. Así que odiad, odiad.