Hace 7 años | Por tiopio a infolibre.es
Publicado hace 7 años por tiopio a infolibre.es

"Recuerdo que un profesor de la Universidad del País Vasco comentaba que lo peor de estar amenazado por ETA era que te quedabas solo. Debe ser el instinto de supervivencia el que llevaba a los otros a apartarse de él, o tal vez que no los relacionaran con el amenazado para no correr la misma suerte".

Comentarios

D

Pues yo la meneo porque, como suele ser habitual, el que firma el artículo tiene más razón que un Santi y, como siempre, nos saca las vergüenzas, esas que tanto nos acomplejan y que nos definen.

Azucena1980

Voy a votarla errónea por la entradilla. Y el artículo no habla de ETA sino de Trueba.

D

Gran error de concepto siempre echado en cara a los que protestan contra el que dice algo, especialmente cuando el que dice algo presume de progresía y modernidad:
Fernando Trueba es un artista y como tal tiene todo el derecho del mundo a pensar como le dé la gana, y a decir lo que quiera sin que pase nada.
Pues no: Fernando Trueba es un artista, tiene todo el derecho del mundo a pensar y decir lo que le dé la gana, y todos los demás tienen todo el derecho del mundo a reaccionar como les dé la gana, exactamente lo mismo que él cuando oye alguna barrabasada con la que no está de acuerdo.
Y, como siempre, morder la mano que te da de comer no es la mejor de las ideas. ¿Os imagináis a un panadero todo el día a la puerta de su panadería, gritando "es que en este barrio sois todos unos mierdas que no sabéis lo que está bien y lo que está mal"? ¿Cuántos clientes comprarían su fantástico pan, muy probablemente mucho mejor que el congelado del supermercado de al lado?

editado:
Y que sea tan miserable como para comparar lo que le pasa a alguien en un escrupuloso seguimiento de los derechos democráticos, tanto suyos como de los que no concuerdan con sus ideas (tú dices lo que quieras de mí y los míos, y yo lo que quiera de ti y de los tuyos, punto), con lo que les pasaba a los profesores universitarios vascos, que corrían serio peligro de ir a engrosar la lista de muertos a los que ningún cura quería decir un funeral, no se me ocurren palabras educadas lo bastante gordas para dedicarle.