Entre conversación y conversación en el salón de té Tawesna entra un grupo de turistas. Eran cuatro españolas que viajaban solas para celebrar precisamente el Día de la Mujer. Houria y sus compañeras se ruborizaron y echaron las manos a la cabeza con sonrisa pícara cuando supieron que aquellas mujeres habían dejado a los maridos al cuidado a sus hijos. “Open mind”, repetían las españolas. Pero las reivindicaciones de las bereberes son muy distintas, tienen que ver con los derechos más básicos.
Comentarios
#3 me parece una articulo totalmente tergiversado. He estado en Marruecos y eso de la noticia no es ninguna excepción, es la norma. Hombres se juntan con hombres, mujeres se juntan con mujeres. Y las mujeres viven apartadas de cualquier cosa medio trascendente a menos que sea alguna cooperativa de aceite de argan y para de contar (teniendo en cuenta que las semillas de argan se obtienen de excrementos de cabra tampoco es algo muy halagüeño). Si son mujeres beréber de una misma zona seguramente tengan vínculos familiares también.
Que vayan cuatro turistas europeas salvadoras y les digan “open your mind” mesiánicamente no cambia tampoco la realidad en la que viven.
Y mientras sigan practicando su fe nunca se quitarán el yugo de lo que implica ser mujer en el mundo islamico.
#4 Ya, tienes razón, no lo había visto así.
#5 que comentario tan cordial. Gracias. Debería ser la norma xo Desgraciadamente es la excepción.
#6 jajajaj es que me ha cambiado la forma de ver el articulo.
#8 Eso es genial. Aquí la gente suele defender sus ideas a "jierro" y son poco dados a cambiar de opinión, mucho menos a reconocerlo.
#9 Si, es así. Cuesta hacerlo. Aunque esta vez me haya hecho detestar mi propio articulo
Gracias;)
#4 Creo que el modelo podría ser un tanto similar al Irani. Una sociedad totalmente segregada fuera del ámbito familiar en que hay espacios claramente definidos para hombres Y para mujeres.
Las mujeres tienen que vestir según la norma islámica, pero tienen una libertad relativa en sus espacios.
Con una ventaja sobre las marroquíes: el nivel de vida es más alto.
Un sitio donde las mujeres pueden reunirse después de trabajar y servir a su familia, pero no tomar ninguna decisión trascendente, ni medida alguna, no puede ser nunca un oasis feminista. Es ridiculo.
#2 Coño, poco a poco. Que ni se les permite entrar a los bares.
Un oasis feminista no, es verdad, quizás un brote de esperanza feminista a las puertas del Sahara, que no está nada mal.
#3 Ya, poco a poco, pero el artículo es muy parecido a alabar las cocinas como oasis feministas donde "los hombres están vetados y las mujeres gobiernan".
Es bueno reconocer que existen parcelas sociales más relajadas, y que la realidad no es opresión continua como parece según ciertos discursos, pero no hace falta darle ese barniz heroico y luchador. Parece que el autor esté alucinando porque no encuentra la distopía que se imaginaba.
Lo único que queda claro es que feminismo es una palabra de la que muchas bereberes desconocen su significado.
Si fueran sólo muchas bereberes...