Los planes del Ayuntamiento de Salamanca para 2016, cuando prevé gastar casi 3,5 millones de € en la construcción de viviendas para la venta, contrastan con la realidad inmobiliaria de la capital. Tras la explosión de la 'burbuja inmobiliaria', la provincia quedó con un stock importante de construcciones residenciales nuevas sin vender que no ha logrado diluir y del que hay un importante remanente. Sin embargo, el equipo de Gobierno ha decidido abrir de nuevo el grifo a los constructores.
Comentarios
Lógico... ¿es mejor quitar marrones a los bancos o dar trabajo al sector de la construcción?
El famoso 3%.
Pudiera cobrar impuestos al que tenga pisos desocupados para favorecer el alquiler y/o venta.
La construcción es el aceite que lubrica al concejal de urbanismo
País de tontos de los cojones
#2 Sí, ayer quedó demostrado, viendo cómo el partido lider en corrupción sacó más de 7 millones de votos.