Algunos síntomas pueden ser tristeza de dos o más semanas, que los niños se retiren de las interacciones sociales o actividades que disfrutaban hacer, mayor irritabilidad o mucho llanto. Incluso puede manifestarse en malestar físico, como falta o exceso de apetito, problemas para dormir, náuseas, dolor de cabeza o de estómago.
#3 La cuestión es que esos cambios, sean saludables y no cortoplacistas de cara a un futuro para el que todos tendremos que ser mas abiertos de mente, si queremos no solo sobrevivir, sino vivir dignamente sin miedos insuflados.
Comentarios
Me da a mi que cuanto más joven es la gente tiene menos problemas para habituarse a los cambios, pero vamos que igual es solo cosa mía...
#3 La cuestión es que esos cambios, sean saludables y no cortoplacistas de cara a un futuro para el que todos tendremos que ser mas abiertos de mente, si queremos no solo sobrevivir, sino vivir dignamente sin miedos insuflados.
Vamos un poco tarde, no?
No estoy compitiendo, saludos cordiales.