WASHINGTON – Todo comenzó el jueves pasado a las 18:00 en un programa de radio en el que empezaron a imaginarse una supuesta conspiración: el presidente Barack Obama habría utilizado “medios del gobierno federal” para intervenir telefónicamente al candidato republicano que buscaba sucederlo. Este es “el gran escándalo”, dijo Mark Levin, el locutor, a sus oyentes.
Cierto, parece que la CIA espía sistemáticamente a todo lo que se menea. Aunque luego una de dos: o tienen tanta información que no son capaces de procesarla, o lo hacen mal.
Pues visto lo que ha sacado Wikileaks de la CIA lo de la teoría de la conspiración ya no cuela. Al final las teorías de la conspiración se han quedado cortas. La CIA espía sistematicamente todo. Lo raro es que no haya sido espiado. Además las palabras de la CIA diciendo a Trump que sea cauteloso con sus declaraciones suenan un poco a amenaza http://internacional.elpais.com/internacional/2017/01/15/estados_unidos/1484504359_756539.html
He estado leyendo el artículo y es un poco tendencioso, voto sensacionalista.
Es decir, el premio nobel espía a todos los jefes de estado del planeta incluso a los que son aliados suyos, a todos los ministros, empresarios, etc, pero a su más directa competencia política no, a ese precisamente no; que eso está muy feo. Estos del NY podían irse a la sexta noche los Sábados a soltarse la melena del todo.
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Cierto, parece que la CIA espía sistemáticamente a todo lo que se menea. Aunque luego una de dos: o tienen tanta información que no son capaces de procesarla, o lo hacen mal.
Pues visto lo que ha sacado Wikileaks de la CIA lo de la teoría de la conspiración ya no cuela. Al final las teorías de la conspiración se han quedado cortas. La CIA espía sistematicamente todo. Lo raro es que no haya sido espiado. Además las palabras de la CIA diciendo a Trump que sea cauteloso con sus declaraciones suenan un poco a amenaza http://internacional.elpais.com/internacional/2017/01/15/estados_unidos/1484504359_756539.html
He estado leyendo el artículo y es un poco tendencioso, voto sensacionalista.
Es decir, el premio nobel espía a todos los jefes de estado del planeta incluso a los que son aliados suyos, a todos los ministros, empresarios, etc, pero a su más directa competencia política no, a ese precisamente no; que eso está muy feo. Estos del NY podían irse a la sexta noche los Sábados a soltarse la melena del todo.