El reto que ha puesto Vladimir Putin sobre la mesa tiene interesantísimas connotaciones geopolíticas, pero también nos permite jugar con las posibilidades que ofrecería una invasión. Comprendiendo cómo se invadiría y qué se invadiría, tendremos una mejor visión de por qué, en mi opinión, esa invasión es bastante improbable. Lo que no quiere decir que sea imposible. Análisis y opinión de Óscar Vara.
Empieza diciendo que hay nuevas lineas rojas cuand son las de hace años pero la OTAN se las pasaba por el forro. Y esa obsesión con Putin... Es la misma táctica comunicativa con Iglesias y Podemos que con Putin y Rusia.
Yo lo vi bastante centrado. Ni es el clasico "culpa de Rusia y Putin y los rusos" ni "culpa de EEUU y Europa y occidente". Ademas se centra mas en qué podría ocurrir dando muchos datos extra de paso, gracias #0
Comentarios
Empieza diciendo que hay nuevas lineas rojas cuand son las de hace años pero la OTAN se las pasaba por el forro. Y esa obsesión con Putin... Es la misma táctica comunicativa con Iglesias y Podemos que con Putin y Rusia.
Cuando llama la golpe de estado de Maidan "democratizar a Ucrania " he dejado de verlo.
Salvo la broma del título del propio autor, me ha parecido interesante el análisis.
#1 Siento haber votado negativo, tienes razón
#1 Lo siento, pero la broma me parece maravillosa.
Yo lo vi bastante centrado. Ni es el clasico "culpa de Rusia y Putin y los rusos" ni "culpa de EEUU y Europa y occidente". Ademas se centra mas en qué podría ocurrir dando muchos datos extra de paso, gracias #0
Descripción gráfica del comentario #_3