Hace veintiocho años, el Hospital Estatal de Austin cedió unos 200 cerebros almacenados en frascos de formol a la Universidad de Texas, para su almacenaje y uso con fines educativos y de investigación. Ahora, cerca de la mitad de ellos han desaparecido, entre ellos el cerebro de Charles Whitman, que fue autor de un tiroteo mortal desde la Torre de la UT en 1966.
Comentarios
Eso si que es una fuga de cerebros y no la española...
#1 Al menos en España sabemos dónde están, saliendo del país.
#3 y distribuyendose por todo el mundo
Zombies...
ya tienen a un sospechoso de los robos
Uno lo tiene Cospedal y otro Marilo. Los otros no deben andar lejos