Los vecinos del barrio de Opañel, en Carabanchel, no se fían ni de la alcaldesa de Madrid ni de los 'Kikos'. Por ello, este domingo vuelven a manifestarse para dejar claro a Ana Botella que la están 'vigilando' y que no permitirán que se construya la polémica cripta que la parroquia de Santa Catalina Labouré, propiedad del grupo religioso ultraconservador Camino Neocatecumenal -institución católica más conocida como los Kikos- tenía proyectada en los terrenos aledaños al templo.
Comentarios
Menos mal que su reino no es de este mundo.
Los kikos son una secta fundamentalista dentro de la secta católica.
Son algo que debemos extirpar de nuestra sociedad, o acabarán con todas nuestras libertades y servicios públicos.
Que nivel de intolerancia, estos se pueden dar la mano con los que se manifiestan para evitar que se construyan mezquitas.
#1 ¿Intolerancia?, cuando en Carabanchel ya hay siete cementerios. Hombre tener un cementerio al lado de casa no creo que sea plato de buen gusto