Hace 9 meses | Por Javier_Lothbrok a eldiario.es
Publicado hace 9 meses por Javier_Lothbrok a eldiario.es

Oscar es un escritor cuarentón de éxito que vive rodeado de voces que le recuerdan lo brillante de su literatura. Cuando se cruza en París con una antigua conocida, una mujer que se convirtió en actriz y “musa de las jóvenes feministas”, decide publicar en Instagram unas duras palabras contra ella, a la que llama vieja y burda. Rebecca decide entonces escribir a Oscar para mostrarle su repulsa. Para entonces, una mujer con la que el escritor trabajó en el pasado, Zoé Katana, le acusa públicamente de acoso sexual. Oscar ha sido metooizado.

Comentarios

K

Despentes seguro que sabe que ser capullo incluso siendo estandar no es delito. Si luego le denuncian y le encuentran culpable pues bien.

Como estamos en la epoca de negros y blancos, ya nos da igual todo. Que es un imbécil pues a la carcel.

Milmariposas

La novela de Despentes me parece coñazo tirando a peñazo. La leí el año pasado y no pasé de la mitad. Y mira que me gusta la literatura francesa.

D

Quien?

oso_69

Yo no conocía a Rubiales antes de la polémica, pero desde que sale en los medios me da sea impresión. Dicho esto, me parece un desatino lo que se ha montado, llegando incluso a hablarse de esto en Estrasburgo.

D

Uy uy uy... verás como se entere Rubi... Ya me lo veo preparando la querellita.

j

No es un capullo modelo estándar. Para llegar al nivel del calvo tienes que tener un buen blindaje.

Precisamente una de las cosas que más valoran las mujeres es la seguridad en uno mismo, la ambición y tal. Pero luego no quieren lidiar con los efectos adversos de las mismas.

¿Por qué les gusta tanto a las mujeres dibujar a los hombres en sus relatos como sujetos pasivos que se van a tragar toda la mierda que les van a tirar encima?, ¿acaso se creen que alguien acostumbrado a pasar por encima de las mujeres, a dirigir las conversaciones, a llevar la iniciativa, a manipular, a cambiar el foco de atención hacia lo que más le interesa, etc va a aceptar siquiera empezar una conversación en la que una mujer pueda vomitarle todo lo que quiera? En cuanto le vea las intenciones, dirigirá la atención hacia la propia mujer y a lo que le causa inseguridad, y, antes de que se dé cuenta, lo mismo se encuentra follando con él o comiéndole el badajo esperando lograr su aprobación.

Admitir públicamente que eres un capullo hundiría tu imagen para la gente que te apoya, por mostrar debilidad. Así que es lógico que la gente se defienda como gato panza arriba, es lo que la sociedad espera de ti, lo que la gente a tu alrededor espera.

Yo soy más de la teoría de que el acoso mediático al calvo se debe a que puso la mano encima a la intocable reina más que por babosear a las jugadoras. Ese fue el límite real que pasó y lo que rompió su blindaje. De nada valió que tantas jugadoras renunciaran a la selección ni de que hicieran quejas contra el calvo y el esbirro que puso de entrenador.