Hace 30 años, en los años 90, nadie imaginaba que sería tan importante el camino allanado por una bioquímica húngara que se obsesionó con la investigación de una sustancia para combatir enfermedades, a través del ARN mensajero. Es que la comunidad científica era escéptica y desconfiada en relación a la genética en vacunas.
Comentarios
Es la novia de meneame.
#1 con la cantidad de veces que aparece por aquí no te diría que no...
Prima de Tararí Ketevi.
Hace 30 años ejercía yo de médico y puedo aseguraros que esa lucha de "Katalina contra el mundo científico" que dice el artículo es falsa