Cuando un macho alfa chimpancé se vuelve demasiado dominante o agresivo, los machos de menor rango suelen formar una coalición para derrocarlo. En casos extremos, lo matan, destrozan su cuerpo e incluso lo canibalizan.
La gente suele malinterpretar esto. Incluso entre animales violentos como los chimpancés, hay un límite al dominio que los demás están dispuestos a tolerar. Si el macho dominante se vuelve demasiado tiránico, los otros se unen y lo derriban.
También se aplica a los seres humanos. Libros como La paradoja de la bondad, de Richard Wrangham, y La jerarquía en el bosque, de Christopher Boehm, muestran este patrón en sociedades de cazadores-recolectores y preindustriales. Cuando un hombre —normalmente con rasgos psicopáticos— intenta acaparar recursos o acostarse con las esposas de otros hombres, el grupo reacciona. Se forma una especie de red de rumores, y tarde o temprano lo expulsan… o lo matan.
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