Hace un par de años, Oriol Blanes se dio cuenta de que no notaba algunos olores. Le pasaba a veces y se recuperaba, así que lo achacó a las alergias y a las sinusitis que sufría con frecuencia. Pero la cosa fue a peor: "Al cabo de un tiempo ya no notaba nada, ni olores ni gustos, excepto cuando soñaba". Entonces sí que se asustó. Y es que si dejar de sentir los sabores y olores le cambia la vida a cualquiera, para un cocinero como él supuso un drama.
Comentarios
Vamos, que te da lo mismo un besugo al horno que un Donuts.
Me pasa algo parecido, ¿será por la ageusia ésa o por ser consumidor habitual de los productos Hacendaño del Mencabrona?
O sea que da igual lo que te comas ¿no te sabe nada a nada?.....mmm.....interesante
Yo soy anósmico y muchos alimentos no me saben a na, pero otros tantos sí que me saben.