Anita Sirgo, que forma parte, sin que pueda caber ninguna duda de ello, del último de esos tres niveles de imprescindibilidad: el total. La historia de la cuenca minera asturiana, la de Asturias y quién sabe si aun la española serían ciertamente diferentes si esta mujer valerosa y volcánica no hubiera existido, porque la güelgona que empezó a tumbar la estaca franquista en 1962 no hubiera podido durar tanto, ni en consecuencia adquirir la repercusión nacional e internacional que tuvo, si ella, y otras amas de casa como ella, no hubieran entrado
Comentarios
Os hicieron creer que los problemas se solucionaban con luchas parciales dentro del capitalismo, cuando la única solución es que los trabajadores tomen el poder y socialicen los medios de producción, y cómo al final habéis fallado en todo pues ya cada vez menos gente se cree el discurso socialdemocráta
entrevista que hay que leer. es parte de nuestra historia. por gente como ella, tenemos lo que tenemos...
Sigue habiendo lucha, pero se pierde buena parte de los sustentos de ésta con las distracciones/entretenimientos banales actuales.
Que para eso las crean por otra parte.
Si hubiese unos SINDICATOS de verdad, otro gallo cantaría a los exploradores y opresores de la clase trabajadora. Pero mucha culpa también es nuestra, que nos créemos que tenemos algo y hay miedo.