Pasamos gran parte de nuestra vida dedicados a relacionarnos directa o indirectamente con otros seres humanos. Esta interacción, para la mayoría, nos resulta reforzante y necesaria porque somos fundamentalmente sociales. Para muchas personas, estas relaciones sociales cotidianas son un martirio y las viven con gran malestar. Especialmente cuando se trata de adolescentes con ansiedad social. Mientras los demás pueden disfrutar y aprender de una conversación en grupo, para ellos puede convertirse en un reto difícil o imposible de realizar.
Comentarios
Vaya, aquí nadie se acuerda de que fue adolescente
Los chaveas están apoyardaos. En mis tiempos cuando apañabamos tó a base de litros y porros los chaveas no salian tan nenazas
#1 Y si eso fallaba: ensalada de hostias.
De ahí salían amistades indestructibles.
#1 Completamente de acuerdo... O las zonas de mi barrio han cambiado o los chavales ya no se juntan como antes para hablar de sus mierdas y echarse unas risas...
Esos bancos de parque con grupos de chavales de diferentes edades ya no se ven.
Y no hablo de los que comparten una birra y porro, no hace falta. Pero antes se veía en una esquina a los chavales/as de 10-12 años de risas con un balón o alguna tontada similar, partiéndose de risa por cualquier cosa. En la otra esquina a otros más mayores, a lo mejor un skate/bmx o una guitarra o una cámara de fotos...
Joder.. iba a escribir algo más y me doy cuenta de que con 27 tacos estoy hecho un abuelo cebolleta. Este mismo viernes lio a un par de colegas para unos litros en el parque.
Una caracteristica de mi juventud es que nos juntabamos con gente de nuestra edad. A mi me llamaba la atención que en los pueblos veías a gente de 15 años jugando a las cartas con los de 40 y con los de 70. Y me resultaba muy raro pero comprensible. En mi generación eramos muchos y elegiamos nuestras compañías pero en los pueblos al ser pocos te tienes que juntar con quien sea
Es que se me olvidó decir que vivo entre unas cuantas veintenas (de adolescentes) 😁