Hace 3 años | Por Anxo_ a medium.com
Publicado hace 3 años por Anxo_ a medium.com

La obsesión por comprobar la información con un dispositivo de bolsillo se considera una disfunción muy del siglo XXI, pero según una entrada en una publicación de 1665 no es un fenómeno nuevo. Hace 355 años, Samuel Pepys lamentaba su obsesivo hábito de revisar el reloj de bolsillo.

Comentarios

R

Hay gente a la que le cuesta aceptar que si miro el reloj es porque hasta la hora del reloj es más interesante que lo que me estás contando. Acéptalo, nos pasa a todos.

NoEresTuSoyYo

#2 O por que te quedas en modo árbol porque tu amigo/a se ha encontrado a otra persona que tu no conoces y no te la presenta

Guanarteme

#2 En ese caso lo que se espera de una persona adulta con autoestima, asertividad y educación es que mire a los ojos, sonría y diga:

- Sí, sí, todo eso que me estás contando... ¡Peero no sabes lo que me...!
- La verdad que ese es un tema que... (no me interesa mucho, no tengo ninguna opinión al respecto, me da igual, me resulta desagradable y no quiero hablar de eso, o lo que proceda).
- Tío, me tengo que ir.

Del mismo modo que una persona con las características anteriores ve que su interlocutor está en posición de marcharse, solo responde con "ajam" o ha mirado el reloj dos veces seguidas hay que decirle:

- Pues te dejo, qué bueno que nos hayamos visto.
- ¡Ah, pero que si estás ocupado o no te apetece hablar ya hablamos en otro momento!
- Mira, si no te interesa lo que te estoy contando... (me piro, te jodes pero me vas a escuchar, díscúlpame... O lo que venga al caso).

El problema es cuando se trata con el típico analfabetillo emocional que no es capaz de decir "eso no me interesa" o que no se da cuenta de que está dando la chapa por mucho que mires el móvil o te hagas el somnoliento.

D

Coñes, voy a ponerle pilas al mío a ver si me aficiono

Socavador

¿Alguien pule Viceroys?

D

Y muy anterior a esta del reloj persiste la de comprobar constantemente si tenemos aún ahí los testículos.