Hace 7 años | Por ccguy a yorokobu.es
Publicado hace 7 años por ccguy a yorokobu.es

No es extraño que el tiempo comenzara a medirse en las líneas férreas, aprovechando además los impulsos eléctricos del tendido del telégrafo que solían acompañarlas, y que transportaban de forma casi instantánea la hora de observatorios fiables. Los relojes de las estaciones (que incluían minutero) se convirtieron en la referencia que desbancó a los campanarios, y surgieron los relojes personales, primero de bolsillo y luego de muñeca, que los ciudadanos iban a calibrar comparándolos con los expuestos en las estaciones.

Comentarios

dineromuerte

Ó como la idea del tiempo (lienal,en progresion hacia el infinito ) nos conquisto a los humanos modernos

i

#0 Me ha gustado el artículo.
Cosa curiosa que la culpa de la locura de estar pendiente de la hora la tenga el tren,

D

#2 cuando es un transporte que necesita un cambio de agujas es vital. En el resto de transporte y usos puedes evitar lo de ser preciso sin disparar los recursos, en el transporte ferroviario no, para no necesitar precisión hace falta construir muchas vías.

j

“Nos quitaron el tiempo y nos dieron el reloj” – Abdullah Ibrahim.