Hace 4 años | Por japego a elespanol.com
Publicado hace 4 años por japego a elespanol.com

En lo alto de la trinchera, el capitán del Tercio, provisto de una rodela y señalando con su espada al frente, alerta de la inminencia de la batalla. Los soldados que se abalanzan sobre el montículo de tierra fresca levantan sus picas aguardando la embestida enemiga. Van bien protegidos, con una coraza compuesta de peto y espaldar, y con distintos tipos de cascos: morriones, capacetes o borgoñotas, como la del sargento que aparece en primer plano sosteniendo una alabarda con su desnuda mano izquierda.

Comentarios

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Yo pongo mis tercios a luchar todos los días a la hora del aperitivo. Les suministro unas tapas de almendra frita y marineras para que luchen contra mi, pero siempre gano yo

S.M.R.

#1 Con tapas de pulpo tienes la guerra ganada desde el principio.

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#2 Con eso ganas hasta a un ejército de litronas y barriles de tinto de verano.

D

La épica imperial, que tanto hizo para construir el mito nacional como para tapar el retraso de España para llegar (tarde, mal) a la modernidad.

Ya sabemos a quién le gustan más las batallitas en Flandes. Lo que no entiendo es por qué siempre se glorifican por los no voxemitas las 'gestas' que fueron la ruina de los que los pagaron, y de quienes perdieron la(s) guerra(s).

Imagino que es herencia del sistema educativo franquista, el orgullo hasta de la catástrofe, pero en la cruzada.

Esfingo

Les falta mugre y uso a esas ropas