Bajo el curioso nombre de bibliopegia antropodérmica se esconde una de las artes del libro más curiosas y macabras que se conocen, encuadernar libros con piel humana. Esta manera de terminar un libro hoy puede parecernos repulsiva, pero a finales del siglo XVII no era tan extraño encontrar volúmenes que hubieran sido tratados de esta peculiar manera. Y no, no eran extraños libros sobre magia negra o hechicería, sino obras bastante más mundanas, como tratados médicos o testamentos.
Comentarios
Klaatu barada nikto.
El árabe loco Abdul Al-Hazred aprueba este meneo.
Leí “antipodémica”... con la voz de inda en mi cabeza
Pues de haberlo sabido sino la del prepucio y podían ver encuadernado la wikipedia.
Ya en serio, curiosa noticia.
#2 Yo tengo una billetera de piel de pene y cuando viajo la froto y se convierte en maleta. Vaaale, chiste viejo, pero es que tengo pocos amigos