Seguir a un instagramer que habla de libros y leer son dos cosas muy diferentes. También puedes seguir a un youtuber que habla de crímenes y no cometer ninguno.
Los que dicen que no se lee, son los olfateadores de libros, porque para ellos si no lees en un libro físico no es leer. Por cierto lo de estas dos jóvenes es solo la punta del iceberg en el tema de leer y escribir novelas, libros. Hay muchísimas jóvenes que tienen libros escritos y publicados por ellas, es verdad que menos chicos, pero los hay también.
Otro detalle curioso es que entre los bookstagramers haya más chicas que chicos. “Nunca he encontrado demasiados chicos lectores”, explica Carla. Y Judith agrega: “No creo que haya más de un nueve por ciento de chicos” en estos ambientes virtuales.
Ahí el por qué hay menos autores varones.
Comentarios
Seguir a un instagramer que habla de libros y leer son dos cosas muy diferentes. También puedes seguir a un youtuber que habla de crímenes y no cometer ninguno.
Los que dicen que no se lee, son los olfateadores de libros, porque para ellos si no lees en un libro físico no es leer. Por cierto lo de estas dos jóvenes es solo la punta del iceberg en el tema de leer y escribir novelas, libros. Hay muchísimas jóvenes que tienen libros escritos y publicados por ellas, es verdad que menos chicos, pero los hay también.
Saludos.
Otro detalle curioso es que entre los bookstagramers haya más chicas que chicos. “Nunca he encontrado demasiados chicos lectores”, explica Carla. Y Judith agrega: “No creo que haya más de un nueve por ciento de chicos” en estos ambientes virtuales.
Ahí el por qué hay menos autores varones.
Hace 20 años, al subir al metro, autobus, tren o avión suponía se veían muchas personas leyendo un libro.
Hoy en día, todos miran el móvil y, sí, leen... leen los mensajes y los tuits y ven vídeos.
No, se lee mucho menos. Solo hace falta ver la proporción entre "bookstagramers" respecto a "superflustagramers".