En una esquina del Parque del Cincuentenario, esa brecha de verdor en pleno barrio europeo que se regaló Bélgica a sí misma por su 50 cumpleaños, se alza la Gran Mezquita de Bruselas. Las constantes polémicas que tienen a su minarete como epicentro eclipsan al pequeño pabellón aledaño que, sin embargo, es una verdadera caja de Pandora.
Según parece el principal escándalo no es porque en el bajorrelieve (que el artículo no muestra) hubiese escenas de sexo homo y heterosexual, o el origen de las diferentes pasiones; no, lo que escandalizó fue que la Muerte dominase por encima de Cristo.
Visto hoy día, solo puede escandalizar a los más cenutrios.
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Según parece el principal escándalo no es porque en el bajorrelieve (que el artículo no muestra) hubiese escenas de sexo homo y heterosexual, o el origen de las diferentes pasiones; no, lo que escandalizó fue que la Muerte dominase por encima de Cristo.
Visto hoy día, solo puede escandalizar a los más cenutrios.
Normal que estén tan disgustados los clientes del Templo Porno teniendo el minarete en frente.
Es competencia desleal.
(sí, confieso que no me he leído el artículo...)
Hay que ser meapilas para ofenderse por esa obra de arte.