El siglo XIX comenzaba a abrir los ojos en Londres. La ciudad europea vivía grandes transiciones y sin sospecharlo, los fundamentos de la ciencia moderna comenzaron a sembrarse. Inmerso en la comunidad científica, Luigi Galvani había estudiado por largo tiempo lo que ocurría con los cuerpos muertos al contacto con una pequeña descarga eléctrica y ciertos metales. Para su sorpresa, los animales sin vida se contraían y saltaban eufóricamente cuando éstos entraban en contacto. ¿Cómo era esto posible si se trataba de seres inertes?
Comentarios
Ahora ya sabemos porque las eléctricas están obsesionadas en darnos por el culo.
#1 Genial comentario. Gracias por tu humor. Positivo merecidísimo.
Una pena que tenga un primer párrafo tan sensacionalista:
«Gracias a un asesino inglés a quien se le introdujo una especie de batería por el recto luego de su muerte, tú puedas estar leyendo esto desde tu teléfono celular o laptop. ¿No lo crees? Aquí la historia»
Por lo demás, un artículo muy interesante y que merece la pena leer.
joer con este titular hay q leerse el artículo