Tras ingerir cafeína trabajan más activamente para encontrar comida y comunican más a menudo su ubicación a otras abejas. Sin embargo evalúan peor la calidad de la comida que encuentran y hacen que la colonia en su conjunto sea menos productiva. Margaret Couvillon de la Universidad de Sussex ha realizado una experimento mezclando néctar con cafeína y ha llegado a la conclusión de que las abejas que toman cafeína acaban obsesionándose con esa fuente de alimentación y convenciendo a las demás de que vayan a por más insistentemente.
Comentarios
Igual que a las personas.
#5 Exacto. Yo cada vez que cometo el error de abusar del café por no haber dormido bien, lo único que consigo es ponerme de los nervios pero no centrarme más en lo que tengo que hacer.
Ahora nos quieren quitar también el café.
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La cafeína da «supermemoria» a las abejas
abc.essegún ese estudio la cafeína aumenta la memoria de las abejas, pero según el que explica esta noticia esa memoria tiene más que ver con la adicción y con la obsesión por la cafeína que con un efecto positivo en su cerebro
#8 Por suerte no me he cruzado con nadie así, al final terminan desesperándote y desesperando al resto del mundo. Y diles algo...
Aunque luego ya normal, un par más de los muy normalitos durante el día.
Deberías haber visto los tanques de café que me metía junto a una aspirina antes e ir al gimnasio...
Vamos, que las hicieron cafeinómanas. ¿Maltrato animal?
vamos, el típico del curro que, si se para la máquina 30 sehundos, se cogía la escoba y se ponía a barrer...
Como diantres vas a ser más productivo si no paras quieto...
#7 trabajé con una chica que se bebía cinco o seis latas de coca-cola al día. No paraba quieta y nos hacía currar a todos más horas de las que eran necesarias, cuando estabas a punto de irte a casa siempre se le ocurría alguna parida para alargar la jornada. Era programadora y te puedo asegurar que no he visto tal cantidad de actividad improductiva en mi vida, se ponía a hacer copy/pastes a una velocidad de vértigo, luego compilaba, le daba error, pedía ayuda con cara de desesperación, te acercabas a su mesa para intentar entender qué era lo que fallaba y antes de que pudieses leer el código ya había hecho otro copy/paste y le había dado al botón de compilar, un infierno