En la cara A canta y en la cara B pide perdón, por fin un disco honesto de Melendi.
Paradójicamente ahora las perjudicadas fueron las que mantuvieron las fabricas abiertas
Hay que tener ganas de vinilo con el coñazo que son y lo fácil que se estropean (y eso que conservo casi 100 que no he querido vender). Con lo sencillos que es la música en un disco duro o tener una cuenta de Spotify y similares y manejarla con el móvil.
Comentarios
En la cara A canta y en la cara B pide perdón, por fin un disco honesto de Melendi.
Paradójicamente ahora las perjudicadas fueron las que mantuvieron las fabricas abiertas
Hay que tener ganas de vinilo con el coñazo que son y lo fácil que se estropean (y eso que conservo casi 100 que no he querido vender).
Con lo sencillos que es la música en un disco duro o tener una cuenta de Spotify y similares y manejarla con el móvil.