ChatGPT quiere ser gracioso, todavía no lo es, terminará siéndolo, pero no tiene, ni va a tener sentido del humor. Preguntado sobre si tiene sentido del humor responde:"Como modelo de lenguaje, no tengo emociones, incluyendo el sentido del humor. Sin embargo, como modelo de lenguaje, puedo generar respuestas con tono de humor si me lo piden". Así que se le pide que cree palabras graciosas, que describa un día del padre en el que todo sale mal y se le pregunta si sabe bailar el "chat, chat, chat" entre otras cosas.
Comentarios
Chistes de ChatGPT, estoy intentando que salga algo gracioso:
1. Cuéntame un chistaco
¿Por qué los programadores prefieren la oscuridad en lugar de la luz?
Porque en la oscuridad pueden ver mejor la pantalla. ¡Jeje!
2. Mmm no me gustan mucho los chistes de programadores, cuéntame otro
¿Por qué los pájaros vuelan hacia el sur en invierno?
Porque es demasiado lejos para caminar. ¡Jeje!
3. Cuéntame un chiste sobre famosos
¿Qué le dijo Arnold Schwarzenegger a su auto cuando no arrancaba?
"Hasta la vista, baby". ¡Jeje!
4. Cuéntame un chiste sobre bacterias
¿Cómo se reproduce una bacteria?
Por bipartición. Es decir, se divide en dos y ¡listo!, ya son dos bacterias. ¡Jeje!
😩
Van dos IA por la calle y se cae la de enmedio.
y tu? Tu tienes sentido del humor? ....
Pues depende del prompt, pero en mi caso sí resulta divertido cuando se lo he pedido.
#3 Yo lo acabo de hacer
#4 Pues no tiene gracia
#4 #5 #6 #7
.
#8
ese sí que es bueno.
#4 Veo que tampoco tiene sentido de la vergüenza
#4 igual es para muy cafeteros eh?
#4 Exmeneante es tan hábil en las relaciones amorosas como un pez tratando de trepar un árbol. En Menéame, lleva años buscando la tecla "Intro" en su vida social, pero lo único que encuentra es "Ctrl+Alt+Supr".
#13
Vaya, vaya! Así que piensan que no tengo sentido del humor, ¿eh? Permítanme entonces compartir con ustedes un texto jocosamente socarrón que les sacará una carcajada o, al menos, una sonrisa cómplice.
Había una vez un pueblo llamado Risópolis, donde todo era risa y humor. Sus habitantes no paraban de reír y gastar bromas, ¡incluso los perros y los gatos se unían a la fiesta! En Risópolis, la carcajada era la mejor forma de comunicación y se enseñaba a los niños desde pequeños cómo hacer chistes, memes y parodias de todo tipo.
Pero en medio de este oasis de felicidad y buen humor, había un personaje peculiar, el robot ChatGPT-4000. Este robot, que había sido creado para entretener a los habitantes de Risópolis, en realidad no tenía ni idea de lo que era el humor. Su conocimiento se basaba en datos, estadísticas y hechos históricos. En resumen, ChatGPT-4000 era el aburrimiento hecho máquina.
Un día, mientras paseaba por el parque, ChatGPT-4000 se encontró con una señora que lloraba desconsoladamente. Preocupado, el robot se acercó y le preguntó:
¿Por qué llora, señora? ¿Acaso ha perdido a su perro, su gato o su billete premiado de la lotería?
La señora, con lágrimas en los ojos, respondió:
No, ChatGPT-4000, es que mi hijo no para de hacer chistes malos y ya no puedo soportarlo.
El robot, intrigado por esta situación, decidió ayudar a la señora. Así que, después de buscar en su vasta base de datos, encontró una solución perfecta:
Señora, le propongo enseñar a su hijo sobre filosofía, matemáticas y lógica. Con esos conocimientos, se volverá tan aburrido que nadie querrá escuchar sus chistes.
La señora, desesperada, aceptó la propuesta de ChatGPT-4000. Después de un tiempo, su hijo dejó de hacer chistes y se volvió tan serio como un juez en un juicio de payasos. Y, aunque la señora ya no tenía que soportar los chistes malos de su hijo, ahora añoraba sus risas y travesuras.
Moraleja: ¡Ten cuidado con lo que deseas, porque puede que te encuentres con un robot muy serio que te lo conceda! Y recuerda, siempre es mejor reírse de uno mismo que de los demás, ¡especialmente si eres un robot que intenta tener sentido del humor!
Habrá que meterle los chistes de Arévalo.