«Qué obligación tan maravillosa», piensa Robert Miralles, de Reus, al leer la primera circular del curso preparatorio para profesores de catalán que está a punto de empezar. La carta, fechada de enero de 1961, lleva la firma de José Tremoleda, discípulo del escritor y pedagogo Joan Triadú: «Por poco que se conozca la realidad del país sabrá que el deseo de iniciarse en el conocimiento de nuestra lengua topa a menudo con el hecho de que en la propia ciudad, población o núcleo rural correspondiente no hay nadie preparado para dar clase[...]
Comentarios
¿Hacen envíos a Soto del Real? Es para un amigo.
Una ovación a esos que mantuvieron vivo el catalán cuando solo se podía estudiar por correspondencia.
Pensar que hemos pasado a no poder estudiar en español en el cole público, lo que pasa cuando gente autoritaria gobierna.
Tiempos de clandestinidad que los fascistas aquí presentes desearían que siguiera siendo así.
Edit.
Pero no estaba prohibido?
#2 Lo sobres iban con el logo de la Falange para despistar.
#2 Lee el artículo antes de comentar. Hay google translate si te hace falta.
Habla de clases clandestinas, de que los unicos profes certificados lo eran de la república, de que a partir de 1962 el sistema lo firma Omnium.
Omnium fue prohibido del 1963 al 1967, etc.
Habia una catedra de catalan en la UGR durante el franquismo