En los libros de texto se enseñaba hasta ahora que, en cuanto al sistema inmunitario, el cerebro y el resto del organismo constituyen entidades independientes. El cuerpo, expuesto a objetos extraños, sean bacterias o tejidos trasplantados, desencadena un torrente de actividad inmunitaria: los leucocitos devoran los patógenos invasores y destruyen las células infectadas. Los anticuerpos marcan los elementos extraños para que se detecten y sean destruidos. Así ocurre, excepto en el cerebro, pues la barrera hematoencefálica impide el acceso a...
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Es increíble que estemos ya en el siglo XXI y todavía queden por hacerse descubrimientos médicos de esta magnitud. Por fin queda claramente explicado cómo coño ciertos cánceres eran capaces de atravesar la barrera hematoencefálica y metatastizar hacia el sistema nevioso central desde el resto del cuerpo, si creíamos que no había ningún acceso en esa barrera: en realidad había una red de vasos linfáticos que servía de coladero y que no conocíamos.
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¿ por whatsapp ? Nunca lo hubiese imaginado