Verano, sí, pero calor, el justo. Que sea la estación del año más deseada por muchos (aunque no por todos), no quiere decir que los rigores estivales sean bienvenidos. Por muy fan que se sea, pocos se atreven a pasar la canícula sin un ventilador o el aparato de aire acondicionado cerca (y encendido, claro). Pero, ¿qué pasaba cuando no existía ni uno ni otro? ¿Cómo eran los veranos en la era preventilador?
En la oficina no hay aire acondicionado. Para paliar esta carencia somos nostros mismos los que estamos acondicionados al aire que hay.
Mi solución es, aprovechando que el polo de la empresa es de algodon grueso, dejo que se empape de agua en el lavabo y despues de colocármelo enciendo el pequeño ventilador que tengo encima de la mesa.
Aproximadamente tardo una hora y media en secarlo... talmente como hacen los lamas tibetanos con las toallas mojadas que les colocan para disipar el calor que producen cuando meditan.
Comentarios
#4 Al contrario: mis compañeras aprovechan para colgar sus bolsos ahí para que yo tenga cuidado con ellos.
En la oficina no hay aire acondicionado. Para paliar esta carencia somos nostros mismos los que estamos acondicionados al aire que hay.
Mi solución es, aprovechando que el polo de la empresa es de algodon grueso, dejo que se empape de agua en el lavabo y despues de colocármelo enciendo el pequeño ventilador que tengo encima de la mesa.
Aproximadamente tardo una hora y media en secarlo... talmente como hacen los lamas tibetanos con las toallas mojadas que les colocan para disipar el calor que producen cuando meditan.
#2 ¿No te preocupa que se te marquen los pezones?
Ahora que se acaba el verano????????
#1 Que se acaba?
Anda que no queda calor que aguantar...
El abanico.