En mi pueblo se tenía miedo al mal de ojo que podía malograr tanto la salud de un bebé, como la vida de una caballería o la cosecha de un año. Pero al incortamiento se le tenía pánico. Y no era para menos. Yo hacía tiempo que le había preguntado a mi abuela qué era eso y recuerdo que me contestó con evasivas. Al final me dijo: "cuando seas mayor, ya te lo contará tu abuelo". Naturalmente que esa contestación todavía me intrigó más: por lo visto eran cosas de mayores y además no parecía adecuado que me lo contase una mujer.
Comentarios
Buen aporte #0
Con un contexto bueno, da para aventura del Aquelarre.
Buenísima historia, voy a intentar leer más sobre el tema más tarde.
Puntos extra por mencionar que los nudos son parte de muchos rituales mágicos.