Hoy hasta el cántico deportivo “Yo soy español” es sospechoso de facherío recalcitrante y solo puede entonarse -con precauciones- en las finales de la Selección Española, cuando ya la euforia pelotera desborda el puchero de lo políticamente correcto y todo da igual. Pero no hace tanto, en los años 80, las canciones que entonábamos los colegiales en los recreos harían palidecer y echar espuma por las orejas a los pedagogos de la nueva ingeniería social. Nada era tan visceral como sonaba ni tan relevante como podría parecer.
Comentarios
No está mal el artículo.
"El imperio no es ningún himno imperialista ni tampoco una burla hacia el Imperio -como otros, rizando el rizo, han dejado entrever-. “Es una parida”, me dijo, “como todas nuestras letras, sin ningún significado político”. Una parida."
Sí. Como casi todos los que formaban parte de "la movida". Betteridge no tiene ni puta idea...
Los nikis eran unos niños bien que quisieron reirse de todo que pudieron mientras estuvieron en la universidad. Las canciones eran muy buenas, extremadamente simples (eso es el punk, tres acordes) pero bien hechas, bien producidas y bien compuestas.
Mucho más facha que los NIkis son Alaska o Francisco, los Nikis tan solo tuvieron la mala suerte de nacer en el seno de familias que tenian algo de poder adquisitivo como para mandar a sus hijos a estudiar a colegio mayor.
Lo que hace no tener de que escribir.
Por supuesto. Aquí todo el mundo es facha menos yo.
No. ¿Había mucho cortito por la época? (Sí)