Publicado hace 2 años por me_joneo_pensando_en_ti a mundo.sputniknews.com

España y México homenajean al navío hundido en 1631 con un gigantesco cargamento de plata. El Juncal es uno de los pecios más perseguidos por los cazatesoros, no solo en la actualidad, sino a lo largo de la historia y es que los cazatesoros se sumergen en las profundidades desde el siglo XVI. Los cazatesoros que expoliaron el pecio Nuestra Señora de las Mercedes, con un tesoro valorado en 500 millones de dólares, se libran de la justicia porque EEUU no ha respondido a los requerimientos judiciales españoles.

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Los primeros cazatesoros

No hay fotos de los primeros cazatesoros. No porque fueran ladronzuelos submarinos que actuaban a la sombra, sino porque no existían cámaras. Los cazatesoros empezaron a actuar ya en el siglo XVI. "España fue pionera en fomentar la figura de los cazatesoros, básicamente porque era el país que más barcos perdía", cuenta a Sputnik Carlos León Amores.
Los primeros cazatesoros eran marineros particulares que contaban con licencias de rescate reales llamadas 'asientos'. La Corona española creó esta figura para tratar de rescatar los cargamentos de los barcos hundidos en la Carrera de Indias. El cazatesoros corría con todos los gastos, embarcación, tripulación… pero se llevaba un porcentaje de lo que consiguiera sacar de las profundidades.

La tecnología desarrollada "era puntera para la época, tenían herramientas asombrosas como campanas de bronce, que sumergían siguiendo el principio de Arquímedes, desde la misma campana iba rescatando objetos".

El mar se convirtió en una mina de plata

Los escritos de Antonio de Guevara en el siglo XVI decían que "la mar es una mina a do muchos se hacen ricos, y es un cementerio a do infinitos están enterrados". La actividad comercial creció de manera espectacular y la humanidad empezó a dar forma a este concepto tan común hoy que es la globalización a través del comercio.

Pero este ingente tráfico marino implicaba naufragios. Desde la llegada de los europeos a América hasta 1650 naufragaron en el Atlántico unos 500 buques españoles. Sin embargo, proporcionalmente son solo un 3%, ya que se calcula que en torno a 18.000 buques conectaron Sevilla y las Américas en ese periodo . "Los naufragios tenían que ver sobre todo con encuentros con la naturaleza, tormentas y huracanes, ese fue el motivo en un 91% de los casos", explica León Amores.

El comercio con las Américas se convirtió en el suministro de combustible que movía al imperio español en Europa. Una corona insostenible que gastaba más de lo que generaba y que tenía que sufragar los gastos de la Guerra de los 30 años, un conflicto mastodóntico que no tuvo parangón hasta el estallido de la I Guerra Mundial.

Las necesidades económicas de la corona obligaron a redimensionar el comercio y la actividad náutica, que pasó de ser gremial a ser una industria de Estado. La Casa de Contratación, creada por la corona española en Sevilla en 1503, es el mejor ejemplo de ello. La institución centralizaba todo lo que tenía que ver con el comercio y la navegación. Eso, como demuestran los numerosos documentos que contienen sobre los cazatesoros, integraba también al desarrollo científico y la certificación de nuevos inventos.

Felipe II llegó a crear una flota exclusiva de cazatesoros, conocida como 'Escuadra de corso y buceo'. Recuperar la plata perdida en los naufragios era esencial para el Imperio español. Pero el instrumento más repetido era el "asiento".

Los cazatesoros fueron responsables del rescate de una buena cantidad de dinero que fue "devuelta" de las profundidades del mar a la corona.
"Solo en la segunda mitad del siglo XVII, entre 1641 y 1698, las recuperaciones directas alcanzaron la cifra de 3.100.000 ducados más 11.300.000 pesos de plata, cantidades importantísimas", informa Mª Dolores Higueras Rodríguez, vicepresidenta de la Sociedad Geográfica Española.

Tras los dolorosos expolios sufridos a manos de empresas privadas, el rescate y la búsqueda de El Juncal se ha convertido en una cuestión de estados: España y México. "El Juncal y resto de embarcaciones hundidas son buques de Estado", explica Agúndez, lo que implica que lo que se recupere de ellos es patrimonio de ambos países, según la Convención de la UNESCO sobre la protección del patrimonio cultural subacuático, firmada por 20 países.

La recuperación es una prioridad conjunta de ambos países, "en el Juncal tenemos una cápsula del tiempo, una huella de esa primera globalización que nos unió y que es la base de nuestra identidad común. Eso es más importante que el dinero, esa es la diferencia entre tesoro y patrimonio", valora Agúndez.

OrialCon_Darkness

Yo con estas mierdas siempre me he preguntado...
Porque cojones hay que devolver nada a nadie, si el barco lleva 100 o 200 años hundido y, no habéis hecho nada por recogerlo, porqué se supone que sois los dueños?

Es como si abandonas algo y, cuando ves que es valioso, entonces te acuerdas que es tuyo y lo quieres.

D

Oro parece, plata no es, ¿qué es?