La licenciada en Ciencias Ambientales y Máster en Energía Solar y Renovables Azahara Padilla, ha diseñado una planta de tratamiento de aguas que funciona con energía solar fotovoltaica, con el objetivo de abastecer agua a pequeñas poblaciones africanas. La idea es aplicar módulos fotovoltaicos. Según explica la autora del proyecto, es mejor utilizar dos paneles pequeños que uno grande porque es mucho más cómodo para el transporte y para encontrar repuestos. Además, si se rompe un panel, la planta puede funcionar con el otro.
Comentarios
Además, si se rompe un panel, la planta puede funcionar con el otro.
Pues usa solo uno y sale más barato
#2 En caso de que se rompa uno, no es lo mismo pasar sed que morirte de sed.
En mi opinión sobra la batería.
Parece que la panta está diseñada para trabajar con dos peneles. Si fala uno puede seguir trabajando con el otro bajando la producción a la mitad, se entiende.
Será una gran trabajadora del McDonalds