Hace 11 meses | Por blodhemn a publico.es
Publicado hace 11 meses por blodhemn a publico.es

El historiador y profesor ha publicado un libro en el que desmonta todos los argumentos empleados por la derecha para deslegitimar la Segunda República a través de una gran riqueza bibliográfica.

Comentarios

kiwipiña

Para legitimar la II República el truco es leer sobre Alfonso XIII, el abuelito del Golfo. Cuanto más aprendes sobre aquel bicho, más entiendes la necesidad que tenía España de una república. Su cagada con la guerra con Marruecos (los militares le odiaban), su admiración a Mussolini (favoreció la primera dictadura española porque admiraba el fascismo italiano), corrupto absoluto, adúltero impenitente, conspiranoico antisemita (todo ese rollo de que los judíos controlaban España en la sombra no lo empezó Franco)...

Lo sorprendente es que después del papel que tienen en la historia Isabel II y Alfonso XIII, se haya vuelto a poner a un Borbón al frente de este país. Bueno, mejor dicho, lo sorprendente no es que las élites lo hayan colocado ahí, sino que haya colado entre las masas.

Mikhail

#1 La educación, la información y el relato tienen mucho que ver con la aceptación de la monarquía en España.

aupaatu

Una República federal es la solución mas viable para minimmizar el independentismo.
Pero parece qué los monarquicos no estan por la labor, ya que les da mas votos Una Grande y fascista , regada con las abstracciones de familia, patria y comunistas, al carecer siempre de un programa político para mejorar la vida de los ciudadanos.

Pacman

Como vas a legitimar a una monarquía puesta a dedo por un dictador.
la vuelta de los bourbones (si, lo he puesto bien) fue el último chiste de Franco.

starwars_attacks

Me lo creo totalmente, encima he pillado algún programa de tele por la noche, enterito pura propaganda de la reina Letizia, trágatela te guste o no....
 
En la biblia Dios nunca quiso establecer monarquías, fué un empecinamiento de los hebreos que copiaron de los paganos vecinos, pero era un mal invento, la verdad. El Señor lo permitió, como permite mil locuras humanas, para que se vea lo locos que andamos.