De pequeño tamaño, similar a una gallina, los kiwis marrones de la isla de Norte (Apteryx mantelli) en Nueva Zelanda son las únicas aves nocturnas del grupo de las ratites (pajaros no voladores que incluye a las avestruces y los emúes) que cuentan con un gran sentido del olfato. Hasta ahora, se desconocía cómo se habían producido estas adaptaciones genéticas.
#8 De eso nada, yo siempre diré "kigüi". El que quiera pronunciar " Kivi" que escriba "Kivi". A ver si vamos a empezar ahora como los ingleses que escriben de una forma y luego pronuncian lo que les sale de los güevos... O los franceses mismo, que es el mismo latín que el nuestro pero de "gourmet".
Interesante, pero para saber eso no hace falta recurrir a la genética. También se sabe de la visión nocturna de los perros o gatos, por ejemplo, a cambio de perder capacidad para ver algunos colores. Y eso se sabe desde hace mucho, antes de que se desarrollara la genética.
#7 También menciona el tema del olfato. Nosotros la única adaptación que tenemos para la oscuridad es que oímos mejor, o al menos nuestro cerebro se centra en escuchar, ya que es el "hardware" que mejor funciona en ese momento.
Comentarios
Yo pensaba que el kiwi era una fruta sin ojos
#1 Y yo una enciclopedia de internet
#1 Lo que pasa es que en el mercadona los presentan ya sin patas y pico.
Se presta a la confusión.
#3 Y desplumados
#1 Sí que tiene ojos, lo que pasa es que en el súper lo venden en rodajas...
#5
Sepan todos que se pronuncia "kivi", como nos enseñó nuestro amado lider
#8 De eso nada, yo siempre diré "kigüi". El que quiera pronunciar " Kivi" que escriba "Kivi". A ver si vamos a empezar ahora como los ingleses que escriben de una forma y luego pronuncian lo que les sale de los güevos... O los franceses mismo, que es el mismo latín que el nuestro pero de "gourmet".
Interesante, pero para saber eso no hace falta recurrir a la genética. También se sabe de la visión nocturna de los perros o gatos, por ejemplo, a cambio de perder capacidad para ver algunos colores. Y eso se sabe desde hace mucho, antes de que se desarrollara la genética.
#7 También menciona el tema del olfato. Nosotros la única adaptación que tenemos para la oscuridad es que oímos mejor, o al menos nuestro cerebro se centra en escuchar, ya que es el "hardware" que mejor funciona en ese momento.