Hay una cualidad que comparten los que triunfan, aquellos que destacan en cualquier trabajo en el que estén. Son el pistoletazo de salida para múltiples iniciativas y acciones en la organización. Se ponen en contacto con la gente, hacen preguntas, hacen recomendaciones, ofrecen ayuda y presentan sus ideas a los demás.
Me parece que la entradilla define perfectamente la ideología de las startups.
Sí, como esas que crecen en España como setas tras chaparrón siguiendo el esquema:
1. Creación de una startup basada en una simple (pero innovadora) idea.
2. Cerrar rondas de financiación y cobrar subvenciones hasta que las rondas empiecen a pinchar y las subvenciones dejen de poder pedirlas.
3. Cerrar la startup.
Y así el ciclo se repite, añadiendo como acreditación profesional todas las startups anteriores en cada vuelta.
Uff, es jodido estar motivado e intentar hacer cosas diferentes cuando el jefe le dice a un empleado: Tu haces lo que te dicho que para eso te pago. Oído en una oficina que trabaje, a un empleado.
#4 a ver, las subvenciones, rondas y demás hay que devolverlas, sino dime dónde se pide que ideas hay hasta hartar.
#5 Pues al parecer solo hace falta un nomnbre guay y carisma para vender la moto. Y no sé las rondas cerradas, pero las subvenciones dudo que se tengan que devolver, pero no sé.
Y esos "unicornios", como les llaman, al ver que se rompen el cuerno y siguen cobrando una puta mierda (because España), se transforman en "gollums".
Hasta los webos de estos artículos.
Comentarios
Yo tengo en la carreta un bálsamo que evita que se caiga el pelo, cura la tos y revierte la impotencia. Garantizado, oiga.
#1 Dame diez frascos. Para la tos, no vayas a pensar...
Saber elegir las fotos de stock y que no canten demasiado a vistas en mil sitios:
https://www.pexels.com/search/hipster%20worker/
¿La habilidad para hacer felaciones (profundas) no es la única necesaria?. Porque todas las demás me resultan totalmente inútiles.
Me parece que la entradilla define perfectamente la ideología de las startups.
Sí, como esas que crecen en España como setas tras chaparrón siguiendo el esquema:
1. Creación de una startup basada en una simple (pero innovadora) idea.
2. Cerrar rondas de financiación y cobrar subvenciones hasta que las rondas empiecen a pinchar y las subvenciones dejen de poder pedirlas.
3. Cerrar la startup.
Y así el ciclo se repite, añadiendo como acreditación profesional todas las startups anteriores en cada vuelta.
Uff, es jodido estar motivado e intentar hacer cosas diferentes cuando el jefe le dice a un empleado: Tu haces lo que te dicho que para eso te pago. Oído en una oficina que trabaje, a un empleado.
#4 a ver, las subvenciones, rondas y demás hay que devolverlas, sino dime dónde se pide que ideas hay hasta hartar.
#5 Pues al parecer solo hace falta un nomnbre guay y carisma para vender la moto. Y no sé las rondas cerradas, pero las subvenciones dudo que se tengan que devolver, pero no sé.
Que es el modus operandi de las startups españolas parece que sí que es:
La vergüenza de las startups españolas: mucho marketing y apenas facturan nada
La vergüenza de las startups españolas: mucho mark...
merca2.esY esos "unicornios", como les llaman, al ver que se rompen el cuerno y siguen cobrando una puta mierda (because España), se transforman en "gollums".
Hasta los webos de estos artículos.