“La Iglesia nunca nos ayudó a buscar a nuestras nietas y nietos” ha dicho y repetido hasta el día de su partida Chicha Mariani, la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo. La entrega de esos archivos no es una limosna. Es una obligación moral, ética, jurídica y humana.
En España están vendiendo un cambio de imagen lugar al Papa Francisco, pero lo cierto es que no ha cambiado casi nada. Siguen luchando por mantener la religión en las escuelas, sostener el negocio de la educación concertada y su control ideológico de los estudiantes, y siguen acumulando riquezas mediante el erario y las inmatriculaciones.
Es una constante en todo el mundo. La iglesia está antes todo interesada en conservar sus riquezas y en imponer su obsoleta moral a todo el mundo, sean o no cristianos.
Conozco un poco "la iglesia" argentina por terceras personas; pero conozco muy bien de primera persona, directa e indirectamente, "la iglesia" española y suelo preguntarme lo mismo siempre: "pero le importa algo la obligación moral, ética, jurídica y humana que tiene incluso con " sus" feligreses?"
Pirque yo no lo he visto nunca.
Comentarios
En España están vendiendo un cambio de imagen lugar al Papa Francisco, pero lo cierto es que no ha cambiado casi nada. Siguen luchando por mantener la religión en las escuelas, sostener el negocio de la educación concertada y su control ideológico de los estudiantes, y siguen acumulando riquezas mediante el erario y las inmatriculaciones.
#3 Es lo que se llama marketing y careta.
La infamia de los obispos católicos no tiene fin.
Es una constante en todo el mundo. La iglesia está antes todo interesada en conservar sus riquezas y en imponer su obsoleta moral a todo el mundo, sean o no cristianos.
Conozco un poco "la iglesia" argentina por terceras personas; pero conozco muy bien de primera persona, directa e indirectamente, "la iglesia" española y suelo preguntarme lo mismo siempre: "pero le importa algo la obligación moral, ética, jurídica y humana que tiene incluso con " sus" feligreses?"
Pirque yo no lo he visto nunca.