La historia de Blas Romero, «El platanito» (Castuera, Badajoz, 1945), es digna de una telenovela. Sus primeros años de vida se resumen en encierros en hospicios y correccionales, años muy duros para el muchacho que aspiraba a convertirse en un gran torero. El sueño se hizo realidad y se codeó en las plazas con grandes figuras como Sebastián Palomo Linares o Manuel Benítez «El Cordobés», pero los triunfos de la década de los sesenta acabaron en el olvido, y hoy, Blas, se gana las «lentejas» vendiendo lotería en la calle, en el madrileño barrio d
Comentarios
Ahora tiene una profesion honrada, antes no
#2 en su época, esa profesión era honrada. El toreo lo honraba mucha gente.
Obvio, no iba a ganarse la vida como ingeniero.
Y digo yo.
¿Con 76 años no debería estar jubilado?
#4 no habrá cotizado.
Hay un dicho con al menos 40 años "te han dado más oportunidades que al Platanito".
Otro señor que tenia pasta y no supo retenerla. Dice que le engañaron y gastaron su fortuna, a ver si cree que "las dos chicas que le esperaban en el hotel antes de cada corrida" estaban enamoradas de su físico y su intelecto
Ninguna pena.
#5 no se los detalles de su vida pero he tenido la oportunidad de hablar con él. Y te aseguro que siempre me ha dado la impresión de ser buena persona. Y a las buenas personas es muy fácil engañarles.