Hace 2 años | Por LibrosHoy a ctxt.es
Publicado hace 2 años por LibrosHoy a ctxt.es

No entendía el comunismo ni como advenimiento ni como destino pleno y definitivo, sino como brújula en los vericuetos del día a día. Era republicano en el sentido estricto, el que va más allá de la preferencia por la forma de Estado - Honestidad, coherencia, fidelidad a sus principios o compromiso constante son algunas de las virtudes de Julio Anguita que han resaltado estos días tanto sus compañeros como sus adversarios políticos. Un consenso apenas contradicho que perfila la grandeza de su figura. Inteligencia, capacidad de anticipación...

Comentarios

tiopio

Ahora que está muerto, todos lo que le criticaban en vida le alaban.

l

#2 No es que se le criticara mucho en vida, daba pocos motivos.

Tarod

#2 buen político con ideas equivocadas. Pero honesto y solidario a diferencia de los de hoy en día.

Pacman

Ojalá los actuales políticos, quitando contadas excepciones, tuvieran la milésima parte de la conciencia política de este señor.

Mi primer voto, con 18 cumpliditos papeleta en mano, fue para él. Ha llovido mucho y han cambiado muchas cosas, pero Anguita fue constante y coherente.

lonnegan

Se le echa de menos.

LibrosHoy

... histórica, radicalidad democrática, creatividad política y heterodoxia son virtudes que algunas mentes atentas han subrayado, fuera de los estereotipos con que lo quisieron neutralizar sus enemigos y lejos de la condescendencia que en política tienen a veces los reconocimientos únicamente morales. Quienes tuvimos la fortuna de su amistad pudimos disfrutar además de otras: su vitalidad desbordante y sentido del humor, su sensibilidad y ternura. La suma de estas virtudes convirtió a Anguita en una personalidad excepcional de la historia de este país en al menos dos de las acepciones comunes que tiene esta palabra. Era excepcional por atípico y era excepcional por bueno. Para entender su originalidad hay que adentrarse en una trayectoria compleja, de la que traté de dar cuenta en el libro que escribimos juntos. Para reconocer su bondad, personal y política, no hace falta prescindir de una visión crítica, que Julio –tan hostil a las idolatrías– ejercitó siempre y también quería para consigo...