Los entusiastas de las monarcas han recurrido a una variedad de esfuerzos de conservación, incluida la cría en cautividad y la liberación de las mariposas durante el verano y el otoño. Sin embargo, el nuevo estudio, publicado esta semana en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, muestra que estas prácticas bien intencionadas pueden no tener el efecto deseado.
Comentarios
Igual que es que comparten genoma con un adolescente español.
Siendo monarca, se acostumbra rapido a la buena vida.
Pues esto es importante. Es decir que una mariposa aprende. Un insecto. Un gusano con ínfulas... Y aprendiendo...