El medicamento reduce la sensación de hambre y conlleva una pérdida media de unos 5 kg en 12 semanas, el doble que otros productos, según el profesor Blundell. La farmacéutica que lo está desarrollando estudiaba su aplicación en la diabetes.
El problema de los obesos es un problema de hábitos alimenticios, no es solo "enfermedad". Así que haciendoles adelgazar con una pastilla no solucionarán nada.
Recuerdo un chaval de mi barrio que le operaron y se puso peor todavía, y aún el cabrón decía que se iba a operar de nuevo, solo comía puto mcdonalds y mierdas así y el tío decía que na, que se operaba y fuera, delgado de nuevo y a volver a empezar.
Como alguien que ha perdido más de diez quilos en los últimos meses y espera seguir en ese ritmo en los próximos, #4 tiene mucha razón. No TODA la razón, pero sí mucha razón.
Por norma general, una persona que sufre obesidad, no se alimenta bien (ojo, que puede ser hasta vegetariano o vegano, y aún así ser gordo. No debemos prejuzgar; el caso de Desapd sí se trataba de una persona que se ponía "morao" de grasas insalubres, pero no todos son así, podéis creerme). Bien sea por desidia, por falta de tiempo/ganas, por ansiedad o depresión, por genética... por mil razones, pero estamos ante una persona cuyo problema base son unos hábitos erróneos, y eso es lo que hay que corregir.
Veo muy bien la existencia de este tipo de medicamentos igual que veo bien la operación de balón gástrico: para casos extremos en los que está en juego la vida del paciente y tiene a la fuerza que bajar X peso en muy poco tiempo, o se nos muere. Pero para otro tipo de casos, lo que es necesario es llevar a cabo una serie de pasos:
-Enseñar a la persona a amar su cuerpo, y no a odiarlo. La falta de autoestima, el "regañar" a una persona, no sólo no sirve para nada, sino que suele ser contraproducente. El primer paso es hacerle saber a una persona que es válida, valiosa, interesante, fascinante y, sí, también bella, pese lo que pese. Su valía no viene dada por una talla de ropa o una cifra en una báscula. Si uno no se quiere pesando 115 quilos, no se querrá tampoco pesando 50.
-Estudiar los hábitos alimenticios de la persona. Una dieta draconiana no sirve para NADA y además suelen ser insalubres y tener un efecto rebote espantoso. Lo que hay que hacer es enseñar a la persona a ir comiendo menos cantidades y a no abusar de ciertos alimentos, como las harinas refinadas, los quesos, los azúcares, los hidratos...
-Estudiar los hábitos gimnásticos de la persona. Pegarse una panzada y al día siguiente no poderse ni mover, o apuntarse al gimnasio para no ir, son fallos que cometemos todos. La persona debe aprender primero que, aunque el ejercicio hace que se pierda peso más rápido y consiga tono muscular, no puede perder en un día lo que ha acumulado en años. Hay que empezar despacito y con cosas suaves, y después, ir aumentando paulatinamente. Nuestro propio cuerpo nos va pidiendo más intensidad. Como dijo Juanma Iturriaga en su libro Con chándal y a lo loco*, "dale caña al cuerpo, que se deja".
Si una persona hace todo esto, no sólo pierde peso, sino que no lo recupera, porque habrá corregido los hábitos que le hacían ganarlo. Claro está que cuesta esfuerzo, y que en las revistas vemos los anuncios esos de "¡pierde diez quilos de aquí al verano con la dieta de la alcachofa, y sin privarte de nada!"... pero son mentira.
*Ed. El Papagayo, ediciones Temas de hoy. Premio El Papagayo 1993.
#9 que fácil es llorar porque estás obeso y es todo culpa de la genética y la sociedad mientras te inflas a pizzas, doritos y nocilla...
venga no me jodas, que la obesidad es algo que tiene muchos motivos, y entre ellos están psicólogos y de hábitos alimenticios, que es lo que decía yo.
#10 Cuando llevas mucho tiempo (o quizá toda la vida) con hábitos saludables, te parece sencillísimo seguirlos, te parece que los que no lo hacen son vagos, perezosos, llorones, cuentistas... pero piensa, si fuese tan fácil como crees, todo el mundo sería delgado y esbelto, todo el mundo dejaría de fumar a la primera sin recaer y nadie se drogaría, ni existiría el alcoholismo.
Cuando todo el mundo te machaca la autoestima, cuando tú mismo no te quieres, cuando estás pasando por una depresión y además tienes problemas, es fácil caer en la autocomplacencia e intentar paliar la ansiedad o la insatisfacción comiendo, como otros lo hacen bebiendo. La diferencia es que uno puede vivir sin beber nada de alcohol, pero no puedes suprimir la comida. Y a veces, simplemente comerte una mandarina desata la fiera insaciable y no puedes parar de comer en horas. Comes para celebrar, porque te sientes bien, pero también comes para consolarte porque te sientes mal. No sabes ver una película sin picar algo, no concibes estar leyendo sin algo de comer al lado, y cada vez que sales, es a comer o cenar, y te das cuenta que, cuando comes, la barriga se nota enseguida, pero cuando haces ejercicio o ayunas, no disminuye con la misma rapidez; eso te frustra y dices "a la mierda con todo, ¡si a fin de cuentas, todos nos vamos a morir igual!", y comes más.
Es muy difícil cambiar de hábitos, porque primero hay que cambiar de modo de pensar, y de modo de mirarse a uno mismo.
#11 se lo que dices, yo soy vago, perro, perezoso y demás, tengo malos hábitos y eso ha hecho que coja mas kilos de los que debería, siempre he estado delgado pero engordar para algunos es relativamente fácil y yo soy de esos, ahora me enfrento a todo lo que dices y tengo que ponerme firme para bajar de nuevo a mi peso.
Así que no es algo que critique desde fuera sin saber, solo tengo que dejarme y seguir así un par de años y seré un obeso más,pero yo se lo que hay y ño que tengo que hacer, y por eso estoy haciéndolo.
Como buen decís algunos, no siempre el problema está en los hábitos de la persona. Desde que tengo un tratamiento, he cogido peso y solo me falta morir por inanición, a ver si así lo pierdo. Después de 2 años, he decidido que aún siendo imposible, seguiré haciendo todo lo que sea para perder ese sobrepeso. Como son pastillas para el dolor, estoy buscando cómo aliviarlo para tomar menos, y seguir cuidando mi dieta, claro. Pro en mi caso, esa sería una buena alternativa.
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El problema de los obesos es un problema de hábitos alimenticios, no es solo "enfermedad". Así que haciendoles adelgazar con una pastilla no solucionarán nada.
Recuerdo un chaval de mi barrio que le operaron y se puso peor todavía, y aún el cabrón decía que se iba a operar de nuevo, solo comía puto mcdonalds y mierdas así y el tío decía que na, que se operaba y fuera, delgado de nuevo y a volver a empezar.
Como alguien que ha perdido más de diez quilos en los últimos meses y espera seguir en ese ritmo en los próximos, #4 tiene mucha razón. No TODA la razón, pero sí mucha razón.
Por norma general, una persona que sufre obesidad, no se alimenta bien (ojo, que puede ser hasta vegetariano o vegano, y aún así ser gordo. No debemos prejuzgar; el caso de Desapd sí se trataba de una persona que se ponía "morao" de grasas insalubres, pero no todos son así, podéis creerme). Bien sea por desidia, por falta de tiempo/ganas, por ansiedad o depresión, por genética... por mil razones, pero estamos ante una persona cuyo problema base son unos hábitos erróneos, y eso es lo que hay que corregir.
Veo muy bien la existencia de este tipo de medicamentos igual que veo bien la operación de balón gástrico: para casos extremos en los que está en juego la vida del paciente y tiene a la fuerza que bajar X peso en muy poco tiempo, o se nos muere. Pero para otro tipo de casos, lo que es necesario es llevar a cabo una serie de pasos:
-Enseñar a la persona a amar su cuerpo, y no a odiarlo. La falta de autoestima, el "regañar" a una persona, no sólo no sirve para nada, sino que suele ser contraproducente. El primer paso es hacerle saber a una persona que es válida, valiosa, interesante, fascinante y, sí, también bella, pese lo que pese. Su valía no viene dada por una talla de ropa o una cifra en una báscula. Si uno no se quiere pesando 115 quilos, no se querrá tampoco pesando 50.
-Estudiar los hábitos alimenticios de la persona. Una dieta draconiana no sirve para NADA y además suelen ser insalubres y tener un efecto rebote espantoso. Lo que hay que hacer es enseñar a la persona a ir comiendo menos cantidades y a no abusar de ciertos alimentos, como las harinas refinadas, los quesos, los azúcares, los hidratos...
-Estudiar los hábitos gimnásticos de la persona. Pegarse una panzada y al día siguiente no poderse ni mover, o apuntarse al gimnasio para no ir, son fallos que cometemos todos. La persona debe aprender primero que, aunque el ejercicio hace que se pierda peso más rápido y consiga tono muscular, no puede perder en un día lo que ha acumulado en años. Hay que empezar despacito y con cosas suaves, y después, ir aumentando paulatinamente. Nuestro propio cuerpo nos va pidiendo más intensidad. Como dijo Juanma Iturriaga en su libro Con chándal y a lo loco*, "dale caña al cuerpo, que se deja".
Si una persona hace todo esto, no sólo pierde peso, sino que no lo recupera, porque habrá corregido los hábitos que le hacían ganarlo. Claro está que cuesta esfuerzo, y que en las revistas vemos los anuncios esos de "¡pierde diez quilos de aquí al verano con la dieta de la alcachofa, y sin privarte de nada!"... pero son mentira.
*Ed. El Papagayo, ediciones Temas de hoy. Premio El Papagayo 1993.
#4 Que fácil es para el alto decirle al bajo que solo tiene que esforzarse para crecer.
#9 que fácil es llorar porque estás obeso y es todo culpa de la genética y la sociedad mientras te inflas a pizzas, doritos y nocilla...
venga no me jodas, que la obesidad es algo que tiene muchos motivos, y entre ellos están psicólogos y de hábitos alimenticios, que es lo que decía yo.
#10 Cuando llevas mucho tiempo (o quizá toda la vida) con hábitos saludables, te parece sencillísimo seguirlos, te parece que los que no lo hacen son vagos, perezosos, llorones, cuentistas... pero piensa, si fuese tan fácil como crees, todo el mundo sería delgado y esbelto, todo el mundo dejaría de fumar a la primera sin recaer y nadie se drogaría, ni existiría el alcoholismo.
Cuando todo el mundo te machaca la autoestima, cuando tú mismo no te quieres, cuando estás pasando por una depresión y además tienes problemas, es fácil caer en la autocomplacencia e intentar paliar la ansiedad o la insatisfacción comiendo, como otros lo hacen bebiendo. La diferencia es que uno puede vivir sin beber nada de alcohol, pero no puedes suprimir la comida. Y a veces, simplemente comerte una mandarina desata la fiera insaciable y no puedes parar de comer en horas. Comes para celebrar, porque te sientes bien, pero también comes para consolarte porque te sientes mal. No sabes ver una película sin picar algo, no concibes estar leyendo sin algo de comer al lado, y cada vez que sales, es a comer o cenar, y te das cuenta que, cuando comes, la barriga se nota enseguida, pero cuando haces ejercicio o ayunas, no disminuye con la misma rapidez; eso te frustra y dices "a la mierda con todo, ¡si a fin de cuentas, todos nos vamos a morir igual!", y comes más.
Es muy difícil cambiar de hábitos, porque primero hay que cambiar de modo de pensar, y de modo de mirarse a uno mismo.
#11 se lo que dices, yo soy vago, perro, perezoso y demás, tengo malos hábitos y eso ha hecho que coja mas kilos de los que debería, siempre he estado delgado pero engordar para algunos es relativamente fácil y yo soy de esos, ahora me enfrento a todo lo que dices y tengo que ponerme firme para bajar de nuevo a mi peso.
Así que no es algo que critique desde fuera sin saber, solo tengo que dejarme y seguir así un par de años y seré un obeso más,pero yo se lo que hay y ño que tengo que hacer, y por eso estoy haciéndolo.
A mí me da hambre leer cosas sobre comida
Junqueras !
#1 No, a Junqueras no le hara falta, en prision va a bajar de peso bastante rapido, mira otegi como se quedó.
Cundo un tío con obesidad mórbida adelgaza espectacularmente tras operarse, se ve claramente que el tío es un animal comiendo.
Póngame cuarto y mitad!
Como buen decís algunos, no siempre el problema está en los hábitos de la persona. Desde que tengo un tratamiento, he cogido peso y solo me falta morir por inanición, a ver si así lo pierdo. Después de 2 años, he decidido que aún siendo imposible, seguiré haciendo todo lo que sea para perder ese sobrepeso. Como son pastillas para el dolor, estoy buscando cómo aliviarlo para tomar menos, y seguir cuidando mi dieta, claro. Pro en mi caso, esa sería una buena alternativa.