Se cuenta que Rumwold nació en el año 662 y solo vivió durante tres días. Sin embargo, durante ese breve tiempo demostró tal capacidad para hablar y tal devoción, llegando a recitar el Padrenuestro y el Credo de los Apóstoles en latín, que esta hazaña le hizo ganar la canonización.
Esto, ya de por sí, sería suficiente como para llamar la atención sobre él, pero es que encima se colgó un pequeño retrato suyo en la abadía de Boxley, en Kent, al que se le atribuían cualidades milagrosas. Concretamente se utilizaba para probar la castidad de las mujeres. Se suponía que aquellas mujeres que fueran castas podrían levantar la imagen sin problema pero, en cambio, si no lo eran, el cuadro misteriosamente se volvería tan pesado que no podría ser levantado.
Pero el misterio del milagro poco tenía de secreto. Sidney Heath, entre otros, lo desveló en 1911 en su libro Pilgrim Life in the Middle Ages. No era otro que una barra de madera oculta tras el cuadro que permitía levantarlo o no según se quisiera. Por supuesto, eran aquellos que pagaban al sacerdote los que podían levantarla sin dificultad. Según parece, muchas fueron las vírgenes y esposas castas que se fueron con los rostros sonrojados, dejando, sin causa, la sospecha de su lujuria a todos los que presenciaron la escena. Por el contrario, otras menos castas salían con la cabeza bien alta, aunque con menos dinero en los bolsillos.
Comentarios
#6 Preguntaba por las mujeres que no podían levantar el retrato
Aquí cuenta un poco más del santo. https://resolviendolaincognita.blogspot.com/2021/11/San-Rumwold-Buckingham-bebe.html
No sé quién pinto el cuadro que es lo que interesa
Esto, ya de por sí, sería suficiente como para llamar la atención sobre él, pero es que encima se colgó un pequeño retrato suyo en la abadía de Boxley, en Kent, al que se le atribuían cualidades milagrosas. Concretamente se utilizaba para probar la castidad de las mujeres. Se suponía que aquellas mujeres que fueran castas podrían levantar la imagen sin problema pero, en cambio, si no lo eran, el cuadro misteriosamente se volvería tan pesado que no podría ser levantado.
Pero el misterio del milagro poco tenía de secreto. Sidney Heath, entre otros, lo desveló en 1911 en su libro Pilgrim Life in the Middle Ages. No era otro que una barra de madera oculta tras el cuadro que permitía levantarlo o no según se quisiera. Por supuesto, eran aquellos que pagaban al sacerdote los que podían levantarla sin dificultad. Según parece, muchas fueron las vírgenes y esposas castas que se fueron con los rostros sonrojados, dejando, sin causa, la sospecha de su lujuria a todos los que presenciaron la escena. Por el contrario, otras menos castas salían con la cabeza bien alta, aunque con menos dinero en los bolsillos.
¡Bah! o sea que no hacía milagritos.
#2 la iglesia como siempre troleando al feligres
#3 Y les funciona.
#2 Me pregunto si la deshonesta criatura quedaría para vestir santos en la casa del cura...
#5 No tuvo tiempo solo vivió tres días,eso sí,le cundieron...