Lucía un punto en el centro de su frente, como un tercer ojo, una marca que la identificaba como una mujer con poderes extraordinarios. Tras Koringa, nombre artístico de «la única mujer faquir del mundo», se escondía Renée Bernard (1913-1976), una mujer del espectáculo que se inició como bailarina en Burdeos, Francia. Aquella extraordinaria mujer, a mediados de los años treinta, alcanzó una gran fama por sus arriesgados números junto a cocodrilos y serpientes, caminando sobre ellos, hipnotizándolos o introduciendo su cabeza entre las fauces...
Comentarios
La mujer que venció a la muerte
Renée Bernard (1913-1976)
no la vencería tanto cuando está muerta
La muerte tiene mucha paciencia, de momento nadie la ha vencido