Una visita al museo del pene de Reikiavik permite constatar que en ese rubro la variedad de formas y tamaños no tiene límites, del invisible apéndice de los elfos al monumental miembro de un cetáceo. Los turistas deambulan risueños en la amplia y luminosa sala donde penes de todo tipo, forma y tamaño se codean con obras de arte y artefactos con forma de miembro viril, desde un tótem a un teléfono.
Comentarios
#0 Que es eso de pisarle noticias a@sacreew hombre ya!
Hasta les donaron uno humano... El museo de penes ya tiene un ejemplar humano
El museo de penes ya tiene un ejemplar humano
libertaddigital.comEl heteropatriarcado en todo su esplendor. ¡Falócratas!