Desde la cima del monte Orello, con sus poco más de 350 metros, Napoleón podía divisar con claridad los distintos territorios que rodeaban la isla de Elba. Al norte, la costa de Liguria; al oeste, su Córcega natal, casi cuarenta veces más grande; debajo de ésta, Cerdeña, aún más extensa; y en el horizonte, hacia el sur, aún se podía atisbar el extremo occidental de la isla de Sicilia. Tras unos minutos observando en silencio, Napoleón sonrió y agitó la cabeza antes de comentar con cierto desdén “¡bah! ¡mi isla es muy pequeña!”.
Comentarios
Hasta que llegó a Rusia...
Un buen general, pero sobre todo un tirano que causó miles y miles de muertos y devastación con sus guerras napóleonicas y todo para traicionar los valores republicanos de la Revolución Francesa haciéndose coronar, no rey, Emperador nada menos e imponiendo a sus hermanos como reyes de los reinos conquistados.
Esquilmó España de norte a sur, arrasando sus ciudades y llevándose todo lo que pudo encontrar. Una pérdida incalculable en el patrimonio cultural español.
Se le quedó pequeño el mundo, y Rusia se le hizo grande.
Nada como un hitler alfa pero sin genocidio, para hacer temblar a europa.
"¿Para qué necesitas poseer el universo si puedes disfrutarlo?"
El Doctor.