Una de las estrategias de venta más conocidas es la de apelar a las emociones. Cuando en un supermercado un producto se anuncia como "natural", "de la abuela" o "tradicional" no está haciendo otra cosa que tratar de evocar tus recuerdos más queridos y, de esta forma, ya establecido el vínculo, lo compres. A ver, ¿a quién no le gusta la naturaleza, tiene un buen recuerdo de su abuela o piensa que lo de antes era mejor?
La publicidad en general, como instrumento de perpetuación del capitalismo es horrible. Pero la publicidad en España es de lo peor: no hay ninguna sutileza, van a por la emoción directamente sin cortarse, de una manera pastelosamente insoportable, ñoña, con niños de voz repelente o estándares de felicidad capitalista insultantes...
En fin, insoportable.
Comentarios
como la fabada de la abuela, no te jode. De lata
jo, pues los macarrones que hacía mi abuela eran asquerosos, como alguien trate de venderme macarrones con esa idea, va de culo.
La publicidad en general, como instrumento de perpetuación del capitalismo es horrible. Pero la publicidad en España es de lo peor: no hay ninguna sutileza, van a por la emoción directamente sin cortarse, de una manera pastelosamente insoportable, ñoña, con niños de voz repelente o estándares de felicidad capitalista insultantes...
En fin, insoportable.