Hace 4 años | Por milagros3 a valenciaplaza.com
Publicado hace 4 años por milagros3 a valenciaplaza.com

En 1977, el filipino Kidlat Tahimik rodó un ensayo documental en el que contaba cómo su fascinación por Occidente se hacía pedazos al emigrar a Francia para trabajar reponiendo máquinas expendedoras de chicles. Fue una de las primeras veces en que Occidente era retratado desde el tercer mundo y, al mismo tiempo, con cierto rechazo a los injertos culturales y una reivindicación de lo propio en un mundo que empezaba ya a globalizarse.

Comentarios

trylks

La globalización ya murió

squanchy

#1 Bienvenido a la Edad de las Corporaciones.

D

Cuantos españoles firmarían hoy por reponer máquinas expendedoras, en España ya no hay trabajo ni para los inmigrantes. Los españoles buscan trabajos dignos y no hay.
Y no hablemos del sector público, correos, justicia, aena, loterías, rende, adif, paradores, monopolios de tabaco e hidrocarburos, función pública local y gubernamental todo ello acotado a una parte cada vez más numerosa y heterogénea de españoles extranjeros o no con nacionalidad, que manejan entre ellos de manera endogamica sin posibilidad de acceso al resto de la población. Una vergüenza para nuestro país que no haya crecimiento y trabajo en el sector industrial y agrario.

E

"con cierto rechazo a los injertos culturales y una reivindicación de lo propio en un mundo que empezaba ya a globalizarse"

Por suerte para él era filipino, si hubiera sido occidental le llamarían 'facha' por hacer eso.