En el pequeño pueblo mexicano de San Pedro Huamelula, su alcalde tiene que hacer todos los años el mismo ritual: casarse con una cocodrilo a la que bautizan previamene en la iglesia (y le dan un nombre, como Isabel), a la que visten de blanco, y con la que tiene que bailar.
Comentarios
Mientras no tenga que liarse con un cerdo, todo bien.
#1 Como en Black Mirror
Me encantan este tipo de costumbres.
¿Creéis que en los próximos años el alcalde seguirá haciendo este ritual?
#4 Yo espero que sí. En México (y en muchas partes del mundo) este tipo de tradiciones es lo que une a las generaciones actuales con las anteriores.
Lo jodido no es casarse lo jodido es consumar