Hace 2 años | Por Amperobonus a gatopardo.com
Publicado hace 2 años por Amperobonus a gatopardo.com

Eric Clapton a sus nueve años entendió por qué su tío Adrian bromeaba con llamarlo “pequeño bastardo”. Cada domingo, su familia tenía reuniones para actualizar los chismes de Ripley, un pueblo al sur de Inglaterra cuya población en 1945 no alcanzaba ni los dos mil habitantes. Estas conversaciones entre sus diversos parientes se llevaban a cabo cada semana frente a Eric como si no existiera y entre susurros. Un domingo, después de entretejer varias de estas conversaciones y chismes, una tía preguntó “¿y saben algo de su madre?”.

Comentarios

mono

Tears in Heaven es una canción que la tengo borrada de mis listas porque no puedo escucharla sin llorar. Desde que soy padre estos casos me afectan demasiado, no quiero pensarlo

TocTocToc

Lo llamaron Dios en un grafiti que apareció afuera del metro Islington, en Londres, y poco después ese grafiti comenzó a aparecer en las calles de la ciudad de los sesenta. El blues fue el eterno retorno y última parada de Eric Clapton. Un músico que se apropió del blues, del dolor y la soledad.

TocTocToc

Lo llamaron Dios en un grafiti que apareció afuera del metro Islington, en Londres, y poco después ese grafiti comenzó a aparecer en las calles de la ciudad de los sesenta. El blues fue el eterno retorno y última parada de Eric Clapton. Un músico que se apropió del blues, del dolor y la soledad.

TocTocToc

Lo llamaron Dios en un grafiti que apareció afuera del metro Islington, en Londres, y poco después ese grafiti comenzó a aparecer en las calles de la ciudad de los sesenta. El blues fue el eterno retorno y última parada de Eric Clapton. Un músico que se apropió del blues, del dolor y la soledad.