Hace 6 años | Por Quinqui a lamarea.com
Publicado hace 6 años por Quinqui a lamarea.com

Habitación, olor, ropa en el armario. Algún juguete en el suelo del último día. Incluso el encargo de una tarta de cumpleaños. Lo peor, cuando la muerte llega por sorpresa, es que dejamos a los demás de notarios de nuestra cotidianeidad. Les encargamos la difícil tarea de deshacerse de lo que nos hizo, aún prescindibles en nuestro anonimato, personas irrepetibles.

Comentarios

D

Que desconocéis el uso de la tilde diacrítica.

D

Y qué más nos da ya.

xyria

Queda el silencio en los labios y el recuerdo en el corazón. Yo, de seis componentes que tenía mi familia (padres y cuatro hermanos) soy el único que queda con vida. Y siento mucha tristeza, siempre.